miércoles, 20 de junio de 2007

Bienvenido


Al final de la última entrada hablaba del futuro representado en algunas pancitas creciendo. Bien, aquí les presentamos a José Gabriel, el hijo de Mónica y Pedro, dentro del vientre de su mamá. Impresionante, no? Se vienen, si señor, se vienen los gurises. Una de las principales responsabilidades como colectivo con un proyecto social, en mi modesta opinión, es que Inchalá sea digna cuna de gurises con valores y de gurises felices. Será su risa la espada más victoriosa. Me gusta, después de citar a Miguel Hernández en su, Nanas de la Cebolla, terminar esta entrada de jueves con un poema de Juan Gelman:

Jueves pasado en aire compañero
de tu conversación. Sobre el mantel,
los dulces platos, el cuchillo alerta,
las ganas de comer.

También las ganas de charlar un rato,
de todo, de cualquier cosa, de nada
De llorar a raíz de la cebolla
y de reír a punto en la cuchara.

Tus manos diestras, tibias de verdura,
y el delantal que siempre se estropea
justo ahí, ¡pero que rabia!
el pan
subió de nuevo, ¿eh?, ¡que cosa seria!

¡Qué cosa seria, esposa, cosa seria,
tocar el aire de este jueves limpio!
¡Mirarse el pecho, escándalo de vida!
¡Oir en tu vientre cómo crece el hijo!

Y lo demás, lo iremos arreglando.

jueves, 7 de junio de 2007

Marioneta y divague


La sombra proyectada por un compañero sobre el muro medianero de la cooperativa vecina y hermana de El Hueco de la Cruz, iluminado por el sol, semeja una marioneta con sus hilos atados a pies y manos. ¿Quién maneja esos hilos? Seguramente el azar y la necesidad tienen algo que decir en este caso. Como en todos. Alguna razón azarosa vinculó a este compañero con Inchalá, y la necesidad vital de todo animal de construir su nido, lo hizo optar por este sistema tan uruguayo de la ayuda mutua. Pero tiendo a pensar que nadie maneja esos hilos, nadie salvo él mismo. Porque eso somos los cooperativistas, hacedores de nuestro propio destino, no en un sentido individualista (nunca compartí el espíritu de "El Orejano", el sujeto solitario que como vulgar compadrito se lleva el mundo por delante y no precisa de "naides"), sino colectivamente, pero hacedores de nuestro destino.
El autor de esta foto se llama Artigas, un joven fotógrafo que ha optado por esta obra para realizar un fotoreportaje. Artigas, el protector de los pueblos libres, fue un gaucho, un verdadero gaucho, el sujeto mezcla de indio y español, español de sangre pero culturalmente indio, en eso se transformó don José durante los jóvenes años en que la historia oficial no registra nada, era un charrúa mas, no hay duda, eso explica el poder de convocatoria que tuvo siempre sobre el gauchaje, la indiada y los negros. Los desposeídos.
Cuantas coincidencias nos ofrece la historia en este puntito de Montevideo. A comienzos del siglo XXI, un gurí al que dieron el nombre de Artigas, reliza un trabajo fotográfico, en Inchalá, una de las pocas voces charrúas que se han rescatado y que significa "hermano", en un lugar físico que seguramente Artigas (nuestro padre) muchas veces pisó, sin ir mas lejos nuestro predio está a cinco cuadras de donde el niño José Artigas cursó la escuela primaria (Piedras y Maciel) Cuantos cruces de pasado y presente, cuanta historia tiene nuestro barrio!!, cuanto presente, cuanto futuro... por ejemplo en algunas pancitas creciendo. Y las que van a venir. 10/06/2007