Mientras Ruben hacía el guiso, durante el paro del Sunca, aproveché para buscar algunas fotos con cierto simbolismo. 10/04/2007
La imagen del viejo edificio del que iba a ser el Gran Hotel Nacional, a fines del siglo IXX, es cortada por los hierros de uno de los pilares de Inchalá de donde cuelgan herramientas. Eso es nuestro proyecto, lo nuevo dentro de lo viejo. Una tarea para el futuro que entre algunos compañeros hemos estado charlando, es rearmar la historia del Guruyú y de nuestra cuadra en particular.
Al lado de los hierros de una de las grandes vigas del cuarto nivel y enmarcada por un caño coarrugado que se asemeja al trazo de un marcador flúo, la torre de la iglesia de Nuestro Señor de la Paciencia parece acompañarnos, solidaria. Cuantas veces hemos debido apelar a la paciencia en estos años? Paciencia con el banco, con el ministerio, con el instituto, y, sobre todo, con nosotros mismos? La iglesia y la paciencia seguirán acompañándonos, aunque ocacionalmente sea sano perderlas.
Es el amanecer, estamos prontos para comenzar otra jornada, hora en que los sueños dejan paso a la realidad, una buena hora para empezar a concretarlos. Desde hace algún tiempo estamos, creo, en el amanecer, amanecer para el sueño del techo propio, amanecer para comenzar a pensar, luego de tanto y tanto, en el proyecto social, en como se verá el nuevo barrio, en como nos integraremos al mismo, ¿seremos capaces de difundir los valores cooperativos? La Ciudad Vieja es el barrio con mayor densidad de cooperativas en formación. El amanecer pinta lindo.
miércoles, 11 de abril de 2007
Paro de la construcción
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