Volvimos, tal vez distintos, pero volvimos. Los obstáculos que debimos sortear para obtener el préstamo complementario, los largos meses de lucha desigual contra la burocracia, los largos, largos, meses de paciencia, de impaciencia, de discusiones internas, de desánimo… nos han cambiado. Hemos (como grupo) madurado, somos más pragmáticos, sabemos que podemos esperar del grupo, en general, y de cada uno en particular. Pero estamos entusiasmados porque creemos tener la certeza de que ahora la plata alcanza. Eso nos da seguridad y optimismo. Vemos que la obra se encaminó, que el avance se ve, que el capataz y el grupo de contratados funciona, que la culminación no es un sueño, está ahí.
Alguien dijo que una imagen vale por mil palabras, no estoy tan de acuerdo con eso, si se lee a Onetti, por ejemplo, es necesario reconocer que sería un vano intento traducir la riqueza sus textos en imágenes. Pero lejos estamos de ser escritores así que en este caso sí es bueno dejar paso las fotos y que ellas, con un pequeño apoyo del pie de foto, digan lo suyo.
(Está claro que todo lo dicho es una opinión personal, y que distintas visiones, si llegan, serán bienvenidas y tendrán su espacio en el blog)