jueves, 12 de agosto de 2010

Es el principio y no el final

Deme esa mano, señora, esa mano...vecino,

no vaya a olvidar

que levantar nuestras casas

es el principio y no el final.

(Del Himno de las cooperativas, de Ruben Olivera)


Y si... tenía que llegar. El final tantas veces soñado de terminar la construcción y habitar nuestra querida cooperativa, llegó. Pero esto, como dice la canción: es el principio. Ahora nos queda "vivir" en cooperativa. Final no hay, como dijo Tabárez: "lo importante es el camino". Veamos algunas fotos de los últimos meses.

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Por primera vez podemos ver la fachada pintada y sin los vestuarios, acabamos de demoler "el asentamiento", el 1 de agosto de 2010.

Paisaje después de la batalla.



Terminamos como empezamos: demoliendo.


El equipo de ingenieros haciendo el desagüe de la pluvial de la terracita (con sifón y todo)

Wallace requecha las últimas chapas del asentamiento.


Con los sanitarios no tuvimos suerte, ¿cuantas veces se hizo y deshizo la inastalación de los tanques? Por lo menos tres.

El herrero fabrica el portón de la entrada.

Así recibimos las unidades, la plata no daba para más. Después cada uno, en la medida de sus posibilidades y de sus tiempos, iría pintando su casa, poniendo pisos, zócalos, contramarcos, etc.

La conflictiva esquina del fondo, fue quedando para el final.

Viky trabaja en la azotea chica, Bea pinta la escalera.

Los albañiles terminan los ductos. Los tanques se ven muy lindos, pero estaban mal puestos.

El corredor pintado y con las puertas de acceso.


Bajo la ventana del dormitorio de José Gabriel, los que ocasionalmente estábamos por ahí, nos retratamos.
1/08/2010

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